“YO Y MI CASA SERVIREMOS A JEHOVÁ” Josué 24:15 Debe ser la declaración y el anhelo de cada hogar.
"Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios" (Exo 3:6)
Aquí vemos que Dios nombra las generaciones porque tiene un propósito para ellas que deberá continuar Moises. "¿Quién hizo y realizó esto? ¿Quién llama las generaciones desde el principio? Yo Jehová, el primero, y yo mismo con los postreros" (Isa 41:4)
Nosotros somos la continuación del propósito que Dios tenía con nuestros padres y nuestros hijos serán nuestra continuación y así sucesivamente; esta es la razón por la cual el Diablo trata por todos los medios de impedir que los hijos de los hijos de Dios sean parte de la familia del reino para interrumpir los propósitos de Dios. Los hijos de Dios deben luchar con todas sus fuerzas para que ese propósito no se frustre y pueda dejar un legado a sus hijos. En cuanto al aspecto espiritual ocurre lo mismo que en el campo material.
Así como los padres se esmeran en dejarles bienes materiales para sus hijos, así también todas las bendiciones espirituales que ellos obtengan, también las dejaran para su descendencia; y sus hijos ya no tendrá que luchar tanto para obtenerlas; ese es el propósito de Dios, que cada generación eleve más y más su nivel espiritual y la comunión con su Padre para que la iglesia pueda manifestar su gloria en la tierra.
Las bendiciones son generacionales, mientras más hijos redimidos haya el nuestro árbol genealógico, mayores bendiciones heredaremos; pero desgraciadamente también la maldición es generacional; mientras más iniquidad cometieron nuestros antepasados, mayores serán las consecuencias de esos pecados que heredaremos; estas son leyes espirituales que recaen sobre toda criatura humana.
Hoy es necesario reflexionar en donde esta nuestra familia y que estamos haciendo para construir un legado de SALVACIÓN GENERACIONAL.